lunes, 16 de enero de 2006

OTRA DE ESAS TIRAS QUE JAJEJIJOJU



Esta es otra de esas tiras a las que tengo una especial simpatía. Será porque fue una de las primeras que hice.
Fue publicada en el SOPAS DE AJO Nº1, y por aquel entonces yo aún no me había prodigado mucho en el terreno de la tira humorística. Nada más que un poquito de CHONI EL YONI por el TMEO, dos tiras de VALLEKURROS en el A LA CALLE y poco más.
El chiste se me ocurrió un día que fue testigo de una situación similar. Salía de visitar a mis abuelos en el Pueblo Vallekas y en la calle un joven macarra discutía a voz en grito con un abuelo que llevaba un perro que aparentaba más edad que él. La discusión se fue calentado y el viejo no daba su brazo a torcer pese a que tenía todas las de perder. En un momento determinado, el viejo quitó la cadena con el ánimo firme de que su perro zanjara el asunto, pero el perro se quedo mirando al macarra como pensando que ese no era asunto suyo. Finalmente el macarra le soltó tal hostia al viejo que le hizo volar las gafas unos metros más allá. Este fue el detonante para que los espectadores ya dijéramos: “eh, vale” y ahí quedó el asunto. El viejo se quedó con su hostia y santas pascuas.
Después, entre risas, comentábamos la situación, y el frustrante papelón que había realizado el perro en el asunto, y creo que fue mi padre el que dijo: “pues le podía haber dado un cadenazo con la correa que le habría aviado”. Esto me hizo aún más gracia y años después quedó plasmado en la tira que tenéis ahí arriba.
Y es que a veces, me tomo el ejercicio del comic como una especie de terapia en la que, a toro pasado, intento poner las cosas en su sitio, otorgar justicia y desfazer entuertos. ¿Cuántas veces os ha ocurrido que no habeis sabido resolver una situación como hubierais querido y al minuto se os ocurre cientos de salidas honrosas, imagitativas y aplastantes pero ya es demasiado tarde? Yo lo resuelvo dibujando comics.
En mis historietas hay más de una situación que yo he vivido pero que realmente me hubiera gustado vivirla como finalmente queda plasmada en el comic, donde, por supuesto, todo termina bien. A la americana.
Lo gracioso del asunto es que las situaciones pasan como pasa el tiempo, de ellas solo queda el recuerdo de los protagonistas o los testigos. Pero los comics están ahí impresos, perduran en el tiempo y son revividos cada vez que alguien decide ojearlos. Y cuando haya desaparecido el último testigo de una anécdota, solo quedará la tira que dibujé de ella, con mi particular sentido de la justicia y entonces perdurará mi única y sola verdad, y habré manipulado la historia como muchos otros antes que yo, JAJEJIJOJU. (perdón. Es que fui a la escuela de Urdazi)
Esa tira es un ejemplo bastante bueno de lo que digo. El viejo se llevó la hostia, pero el macarra se merecía el cadenazo. Quizá ninguno de los dos protagonistas se acuerde siquiera del asunto. Pero ya da igual.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En esta línea de abuelos protas hay una media página que publicaste en el Marrano que era un hit wonder del chiste.
Era la de un viejo que se une a una mani.

javierre dijo...

Es cierto.
Incluso me atrevería a decir que aquel viejo era muy muy parecido a ésta. al menos en la fisionomía.
Ese chiste del Paté, no lo metí en el album por lo trasnochado del tema que trataba, que no era otro que aquellas manifestaciones multitudinarias que se celebraron en Sevilla y Vigo porque les querían bajar a sus equipos a 2ª por no convertirse a tiempo en S.A. ¿era por eso?
fue lamentable. En vigo no se había hecho una mani así ni siquiera por el cierre de astilleros. Pero ya sabemos cual es el opio del pueblo de hoy en día. Al menos uno de ellos. De los opios.

Fum dijo...

Cuanta historia hay detrás de la tirita... y encima autobiográfica.