siguiendo con nuestra labor divulgativa de daros a conocer más en profundidad los personajes del CRETINO, hoy os acercamos hasta vuestros hogares, puestos de trabajo o locutorio a LOS VALLEKURROS
Los vallekurros son, junto con Jarry Traman, los personajes que más veces han repetido en la revista. Quince veces en 16 números.Si bien los Vallekurros han deambulado por diversos fanzines publicando su mayor número de páginas en el TMEO, es en el CRETINO donde estos tres tristes tigres han alcanzado un mayor desarrollo de su vallekurrez o idiosincrasia.Aunque en un principio los vallekurros parezcan unos tipos que se pasan la vida pegados al banco de un parque fumando porros y bebiendo litronas, esto no del todo cierto y ahí están las páginas del cretino para atestiguarlo. En ellas les hemos podido ver haciendo azarosos viajes en bicicleta, charlar bajo las estrellas a la luz de una hoguera o disfrutar del carnaval en democracia. Se podría decir que en el Cretino les hemos visto crecer.
Hemos sido testigos de sus travesuras juveniles... ..del bullir de sus feromonas adolescentes...Tambien cretino tiene el privilegio de haber sido testigo de la primera historieta en la que salen ligando, como venían reclamando decenas de fans desde hacía años.
Además, los vallekurros han aprovechado el soporte del cretino para realizar su particular crítica de la sociedad. Medioambiente, gobierno, ayuntamiento, tauromaquia, pocos temas han quedado fuera de su análisis torreznícola.
En definitiva. En el Cretino los vallekurros se han entregado en cuerpo y alma, abriendo sus corazones y sus lugares de ocio. Enseñándonos sus bares favoritos...E incluso presentándonos a sus madres (y abuela), En estos quince números del Cretino los vallekurros han contado tanto de si mismos que a veces me parece, como padre de las criaturas, que van a echar a andar ellos solos y que no necesitan de mis lapices para hacer lo que les venga en gana. De hecho en alguna ocasión han tenido algún que otro cameo de mano de otros autores, como Molina o Jagoba Prida.
Y si tiene que ser, que así sea. Que no voy a ser yo quien le corte las alas a mis angelitos, que los quiero como a hijos pero ya tienen edad suficiente como para responsabilizarse de si mismos.
En cualquier caso nunca les faltará un plato de comida cuando tengan a bien hacerme una visita.
En cualquier caso nunca les faltará un plato de comida cuando tengan a bien hacerme una visita.
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