jueves, 31 de enero de 2008

Mi proceso creativo

Aprovechando el mes del proceso creativo que promovimos en Cretinolandia os voy a poner los apuntes que aparecieron el otro día en una carpeta, relacionados con el episodio 4 de la serie de los Vallekurros, Marruecos Trip, publicado en Tmeo, y así, explicaros cuál es la metodología que yo aplico al realizar mis tebeos.
Cuando me planteé realizar la serie, quería que todos los episodios fueran autoconclusivos pero que cada uno empezara donde terminaba el otro, sin dejar grandes lapsos temporales entre medias para dar una sensación de continuidad a la serie e intentar contar absolutamente todo lo que les pasaba a los vallekurros en Marruecos.

Tenía claro la mayoría de anécdotas que iban a vivir desde que salían de vallecas hasta que volvían, pero me faltaba rellenar un episodio que, a mi juicio, me parecía importante. El paso del estrecho.

Iban a cruzar en Ferry pero no tenía ninguna idea que fuese lo suficientemente graciosa como para merecer ser contada. Y lo jodido es que ya había comenzado con la serie y se acercaba ese episodio.

Finalmente usé una vieja idea que tenía en el baúl sobre la tontería de no echar gaseosa a los buenos vinos, lo adapté para el calimocho y luego me vino, como una inspiración, la posibilidad de que al aparcar el coche en el ferry se les olvidara echar el freno de mano y armaran un estropicio. Posibilidad que es harto improbable ya que los coches van bien pegados unos a otros. Pero eso me daba igual. El resto vino solo.

Yo suelo trabajar con un guión o una sinopsis de lo que voy a dibujar. Intento tener siempre cerca un cuaderno de notas pero, a veces, cualquier papelajo que tenga a mano cuando me llega la inspiración me sirve. Como en este caso en que me pilló trabajando en un almacén y arranqué un papel que rotulaba una caja.En un principio intenté organizar el cómic en 3 páginas pero como el número de acciones me salió muy elevado y con ello el número de viñetas, finalmente pasé a 4 páginas.
Con el guión escrito, o bien paso directamente a estructurar la página o si la historieta es larga, como es el caso, primero aboceto las viñetas sin organizarlas en la página. Tomando apuntes y organizando los diálogos, etc.

Y cuando ya tengo claro el número de viñetas que voy a necesitar, determino el número total de páginas y estructuro las viñetas siguiendo el método de Von Danpherdoff. Nunca falla.

El resultado final fue este:

martes, 8 de enero de 2008

VERSIONES DE LOS VALLEKURROS: MOLINA (2 y 3)

Comenzaba esta sección de versiones de los vallekurros con una tira que hizo Molina para el Sopas de Ajo nº2. Fuí relegando el dibujillo que hizo para el albúm y al final casi se me olvida mencionarlo.
En este chiste, Molina consigue plasmar con sobervio tino la esencia vallekurra. El tocacojonismo de baja intensidad. Una especie de "¿te molesta que me divierta?".
Va un poco en la línea de la historieta del narizotas que se cuela en el tren a pesar de tener billete pero dotándo a los personajes, en una sola viñeta, de un aura de cachondeo que a mi me ha costado muchas páginas conseguir. Añadir además que la estructuración del chiste me parece magistral, como casi todo lo que hace Molina ultimamente y que se empeña en darnos en pequeñas dosis muy espaciadas en el tiempo.

Y para que no vuelva a pasarme que se me quede en el tintero un dibujo vallekurro realizado por Molina os voy a poner la última de las versiones realizadas hasta la fecha, que también es de él, aunque esta vez, como en la versión de Azagra, forma parte de un dibujo coral.
Este es el marcapáginas-calendario que Molina se ha currado para regalarlo con el Cretino:autobiográfico, en él los vallekurros comparten protagonismo y otras sustancias con el resto de personajes del Cretino. El definitivo quedó en bitono amarillo, así que aquí, en exclusiva, os pongo la versión en color que el propio autor desestimó. Yo no se si se habrá arrepentido.